La manteca de karité es un ingrediente de origen natural muy común en cosmética debido a su versatilidad y a su alto poder de hidratación, nutrición y protección.
Ácidos grasos y nutrientes para las pieles secas, muy secas y/o dañadas tanto en aplicación corporal como facial. Hidrata, suaviza y proporciona una mayor elasticidad y flexibilidad. Ideal para los talones agrietados, codos muy secos, labios deshidratados, prevención de estrías…
Es un potente regenerador celular que favorece la formación del tejido de la epidermis y reparación de los tejidos dañados, cicatrices, marcas y estrías.
Propiedades antiinflamatorias y calmantes. Calma la irritación y el picor. Ayuda a reparar las pieles afectadas psoriasis, eccemas, dermatitis…
Reduce arrugas y líneas de expresión. Aporta suavidad, tersura y luminosidad al rostro.
Para nutrir el cabello o la barba gracias a las vitaminas A,D,E, y F. Aplicando el karité en tu cabello húmedo (penetrará y se extenderá mucho mejor) de medios a puntas y déjalo un mínimo de 30 minutos antes del lavado del cabello. Lava el cabello con dos jabonadas.
Como bálsamo labial y para reparar, nutrir y regenerar los labios.
Rica en antioxidantes: protege nuestra piel de las agresiones externas, como el calor extremo, el frío, el viento y previene la aparición de los signos de la edad.
Esta manteca de karité es un producto 100% puro, natural, sin desodorizar, sin refinar. Mantiene su color original.
No utilizar en caso de alergia al látex, ya que el árbol de karité puede contener látex natural.
Ingredientes (INCI): Butyrospermum parkii butter*
Origen: procedente de agricultura ecológica y de cooperativas de mujeres de Ghana.
100 ml en lata de aluminio reutilizable.
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