Celebramos otro aniversario de la tienda La Ecologita, cumpliendo cinco años

Si alguien me hubiera dicho hace 6 años que iba a tener mi propia tienda, habría echado la cabeza para atrás soltando una carcajada.

Y esto fue un poco lo que pasó cuando me soltaron la idea al empezar a comprar en una tienda parecida a la mía: – ¿Por qué no abres tú una?- y me reí bastante. Luego (me) pregunté: – ¿sería capaz? -. Mientras estaba en mi trabajo de verano por aquel entonces por la mañana, por las tardes me dedicaba a mirar locales, cómo gestionar trámites burocráticos, papeleos bancarios, búsqueda de muebles, decoración y demás en Wallapop, a echar cuentas y números, ¡muchos números!.

Todo ello con mucha discreción. Sólo cuando ya tuve firmado el contrato del local en el barrio de covibar en Rivas Vaciamadrid, empecé a contarlo a la familia y a las amigas.

¡Me voy a sincerar con vosotras! Lo cierto es que yo no he sido nunca de creer mucho en mi misma, me ha costado mucho desde siempre, y no confiaba en poder sacar adelante un proyecto como era tener un negocio y una tienda propia, así que me hacía un poco la loca cuando me preguntaban qué estaba tramando porque ¡ni yo misma me lo creía! Y aquí estoy hoy, celebrando otro aniversario más de la tienda La Ecologita.

Y este mes de octubre La Ecologita ha cumplido 5 años

¿Y qué ha pasado en estos cinco años entonces? Pues, entre otras muchas cosas, ha crecido el número de envases de plástico ahorrados al planeta (ya más de 25.000).

Ha crecido también el número de referencias de productos que tengo en tienda. Ha crecido el número de personas que saludo cuando camino por la calle. Y ha crecido mi autoestima.

Y eso es, en parte, por lo que ha venido junto con La Ecologita. Y es que creo que la gente que pasáis por la tienda cada semana/mes/año a comprar valoráis lo que hago y cómo lo hago y eso me ha llenado profundamente el corazoncito. Gracias.

También han crecido mis aprendizajes: unos que me hubiera gustado no descubrir, y otros que me hubiera gustado descubrir antes.

El pequeño comercio somos familia

Y uno de estos aprendizajes que últimamente me ronda la cabeza es el que tiene que ver con la importancia del pequeño comercio. Hay una cosa tremendamente invisible: y es que las tiendas de barrio son soporte de comunidad, de lazos vecinales. Yo he visto siempre en la frutería o en la peluquería las relaciones que se creaban: de mucha confianza, de “¿qué tal tu hija?”, “¿cómo va la salud?”. Pero no ha sido hasta que me he puesto el delantal de tendera cuando me he dado cuenta de lo importante que es, especialmente para las personas mayores, estos lazos que se crean en nuestros comercios de barrio.

Se me viene a la mente, y pienso mucho en mis abuelas y en cómo los comercios de sus barrios eran un lugar de desahogo, risas y cuidados. Yo no lo entendía mucho por aquel entonces, pero hoy en día me acuerdo de esas tenderas y tenderos que le echaban un ratito de compañía cuando en sus casas se quedaron solas. Y se lo agradezco en la distancia y en el tiempo.

Cuidemos lo que parece pequeño, como el comercio de barrio, pero que hace una labor tan grande

Sin más, quiero daros las gracias y deciros que aquí intentaré seguir, junto con vosotras, celebrando el próximo aniversario, y tratando de arreglar un poquito el mundo, con nuestras conversaciones y acciones, desde esta pequeña tienda de Covibar, La Ecologita.

Visita nuestra tienda online si te apetece https://laecologita.es/

Te dejo otras entradas del blog, de cuanto cumplimos tres años https://laecologita.es/aniversario-cumplimos-tres-anos

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